5 consejos que te ayudarán a sacar provecho de la consulta con un abogado.
Quinientos pesos es el costo normal de una consulta con un abogado. Algunas personas se molestan y piensan que se trata de un cobro excesivo, sin embargo no se quejan cuando el médico les cobra lo mismo, y a veces hasta más. Visitar un abogado es una inversión, lo ayudará a salir de problemas o no crearse unos; así que si tienes pensado visitar a un abogado, ve preparado y asegúrate de preguntar antes de agendar cita cuál es el costo de la consulta.
Ya estas decidido, tienes una necesidad real y urgente de consultar un abogado, pero seamos sinceros, más allá de lo que se trata tu problema, tus conocimientos sobre leyes se reducen al mínimo, por eso es que necesitas a un abogado; entonces, ¿cómo puedes sacarle el mayor provecho a esa consulta?
- Lleva contigo toda la papelería que tengas sobre tu problema. No importa que parezca trivial, será el abogado quien decida lo que sirve, y lo que no.
- Lleva por escrito todas las preguntas que quieras hacerle. Puede que surjan algunas nuevas durante la consulta, pero es mejor ser precavido que olvidar alguna.
- No temas sonar estúpido. Tú no eres abogado, por eso estas consultando uno. Es normal que no conozcas el lenguaje jurídico y que necesites que te expliquen más a detalle ó de una forma más simple el procedimiento. Es más estúpido el que no pregunta y se queda con la duda.
- Pide que se establezcan claramente los honorarios. En la mayoría de los asuntos, se cobran gastos extras. Pregunta al abogado sí estos se incluyen en los honorarios, y en caso de que no sea así, cada cuando se pagan y en qué consisten.
- Procura hacer anotaciones.La memoria es traicionera, así que es mejor anotar todas las recomendaciones, los tiempos, los requisitos, los honorarios, los gastos, y demás circunstancias que sean de importancia.
Como recomendación final sólo me queda decirte que sigas tus instintos, si por alguna razón el abogado te causa desconfianza ó no comprendiste la mitad de lo que dijo, no temas buscar una segunda ó tercera opinión, hay muchos abogados teatreros esperando que caiga su siguiente víctima. Protege tu libertad y patrimonio buscando siempre la asesoría de un profesional.
Lic. Sandra Climent Arredondo
fiscalyaduanero@gmail.com
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La importancia de llamarse Ernesto en el Derecho.
Escogí ese título para la primer entrada del blog, no porque el imaginario Ernesto tenga directamente algo que ver con el Derecho, sino por lo adecuado que es Oscar Wilde para ilustrar mi idea; pues aunque si bien no es mi autor favorito, debo reconocer que él tenía esa redacción perfecta, sabía utilizar como nadie las palabras para en muy poco, decir mucho, y esa es una cualidad que todo abogado debe tener.
Algunas veces me topo con la indecisión de los jóvenes para estudiar la carrera de leyes, no saben si su espíritu justiciero es bastante para optar por el Derecho; yo respondo esa pregunta con otra – ¿te gusta leer? Porque si no es así, mejor estudia otra cosa. Y el meollo no se reduce a leer y escribir, porque eso lo hacen todos, sino a redactar con propiedad tus Conceptos de Impugnación para que éstos toquen el ánimo del juzgador a tu favor, y triunfes.
Mi intención no es juzgar a mis colegas y estudiantes respecto a su redacción, es motivarlos a que hagan de las palabras un arma a su favor y no en su contra, ¿no queremos ser mejores cada día? ¿obtener siempre fundados y operantes? Espero no estemos cegados ya por el ego que rodea nuestra profesión, y no sea la falsa perfección y popularidad lo que icemos como bandera, sino la calidad de los servicios que brindamos a nuestros clientes.
La redacción aunque es cuestión de estilo, en materia jurídica debe ser lo más limpia y profunda posible, debe atacar el fondo del problema y no desviarse en cantaletas de ilegalidad; en resumen, debes convencer sin aburrir. La cuestión de ortografía es básica para un abogado, sí, es posible que perdonemos errores ortográficos en algunas situaciones, pero sin llegar jamás a perdonarnos no saber conjugar adecuadamente el verbo haber.
Además, aprendemos todo el tiempo de lo que leemos, así que la oralidad no viene a menospreciar a la escritura, pues esas escenas de Hollywood como donde Tom Cruise interroga al testigo y magnifica una importante fase procesal de un juicio, fue primero un guión escrito con propiedad, con puntos y comas que le permitieron al actor, primero memorizarlo y después representarlo; así nosotros, primero debemos investigar, interpretar, subsumir y después representar nuestro papel en éste teatro que se llama Derecho.
Lic. Sandra Climent Arredondo
fiscalyaduanero@gmail.com
(867) 712 7491
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