De la visita domiciliaria al PAMA.
La evolución de una facultad.
Obedeciendo a su objetivo son múltiples los escenarios y procedimientos de una visita domiciliaria, así, cuando se nos presenta un problema de este tipo es importante en principio diferenciar de qué tipo de visita se trata para no caer en imprecisiones cuando se estudia, o en el peor de los casos, cuando se alega contra ella. Si bien la Ley Aduanera contempla la figura de la visita domiciliaria, no establece para su desarrollo mayores requisitos que convertirse en PAMA cuando se detectan irregularidades; entonces, es el artículo 42, fracción V, inciso e), del Código Fiscal de la Federación, el que da facultades a la autoridad para realizar visitas domiciliarias y corroborar la legal estancia, tenencia o importación de las mercancías de procedencia extranjera y el procedimiento que deben seguir los visitadores en su desarrollo.

¿Cuáles son los requisitos de las visitas domiciliarias en comercio exterior?
Se rigen por lo dispuesto en el artículo 49, del Código Fiscal de la Federación y consisten en los siguientes:
- Se llevan a cabo en el domicilio fiscal, establecimientos, sucursales, locales, puestos fijos y semifijos, siempre que se encuentren abiertos al público en general.
- Los visitadores entregan la orden de visita a quien se encuentre al frente del lugar, y con dicha persona se entenderá la visita.
- Identificación de los visitadores.
- Designación de testigos.
- Hacer constar de forma circunstanciada los hechos u omisiones.
Si durante el desarrollo de la visita se detectan irregularidades a las disposiciones aduaneras, la visita se traslada a la ley especial y además de los anteriores, también deben cumplirse los requisitos de los artículos 150 y 155 de la Ley Aduanera.
Así tenemos que deberá levantarse un Acta de Inicio en la que se hará constar la identificación de la autoridad, los hechos y circunstancias, la descripción, naturaleza y demás características de las mercancías, la toma de muestras en su caso y cualquier otro elemento necesario para dictar la resolución correspondiente.

Pero, ¿cuáles son los vicios que comúnmente se presentan en este tipo de procedimientos?
Sería aventurado de mi parte generalizar los vicios, pero sí sé que nada sustituye estudiar a fondo el problema que tengas en tus manos, no hay fórmulas mágicas y los vicios generalizados son raros estos días. Sin embargo, los que comparto son un buen punto de partida.
- Los vicios más efectivos y recurrentes se encuentran siempre al principio del procedimiento, concentra tu energía en estudiar el Acta de Inicio dejando la resolución para el final.
- Identifica los fundamentos usados por la autoridad para determinar el procedimiento y compáralo con lo que señala el Acta. ¿Se cumplen todos los requisitos? Puedes por ejemplo, verificar la forma en la que se circunstanció que el lugar se encontraba abierto al público en general, la designación de los testigos o el orden en el que sucedieron los hechos.
- La evolución de visita al PAMA amplía el abanico de requisitos volviendo el procedimiento susceptible a otros vicios, donde podrías revisar por ejemplo: que la identificación del personal se haya llevado a cabo conforme al artículo 150, fracción I, de la Ley Aduanera, o que la autoridad tenga facultades para establecer la descripción, naturaleza y características de las mercancías.
También es importante ser creativos y recordar que un problema se puede abordar desde distintos ángulos, por ello es importante asegurarse de elegir el más efectivo; porque no es lo mismo alegar contra un Dictamen de Clasificación y Valoración Arancelaria, que contra la forma en la que fue descrita la mercancía en el Acta de Inicio.
Finalmente, así como la visita domiciliaria evoluciona al PAMA nosotros como abogados podemos transformar nuestra área de conocimiento ampliándola o reforzándola; no es un camino fácil, no hay atajos ni trucos, la disciplina y el trabajo duro son la clave que te llevará a donde quieres estar. Créeme, vale la pena.
Escríbeme a: fiscalyaduanero@gmail.com
- Published in Abogados
¿Qué libros debo leer para ser mejor abogado?
El proceso, de Franz Kafka.
¿Por qué recomiendo una novela en lugar de un libro de derecho? Simple, porque yo lo prefiero. Estoy consciente que debo justificar mi respuesta, y la trama del libro es la mejor forma de hacerlo; El proceso cuenta la historia de un tipo que un día es perseguido por un delito, pero nunca le dicen cuál, ni quién es la víctima, así que agoniza de incertidumbre todo el tiempo que dura la novela. ¿Te recuerda algo?
Kafka fue a la escuela de Derecho.
A veces olvidan que los abogados somos personas, que cada uno tenemos preferencias o gustos que nos hacen únicos, que lo que me gusta a mi, no te tiene que gustar a ti u a otros abogados; dicho esto, a mi simplemente no me fascinan los libros de derecho. No digo que no los haya leído o que sean malos, pero considero que son para la época de educación escolarizada y no una constante en la etapa del ejercicio profesional de la abogacía.
Entonces, ¿qué leo para entender el derecho?
Dependiendo del problema jurídico que se me presente, es lo que leo. Empiezo siempre por ubicar los artículos específicos que regulan el procedimiento en cuestión; por ejemplo, si me llega un asunto de operaciones simuladas, leo el 69-B del Código Fiscal de la Federación.
El 69-B me dirá el procedimiento específico que debe seguir la autoridad para emitir una determinación de operaciones simuladas, y me abrirá la puerta para detectar mi irregularidad favorita, la ilegalidad. ¿A qué me refiero con esto? Que si el personal del Servicio de Administración Tributaria no siguió al pie de la letra los requisitos del 69-B, el acto estará viciado por ser contrario a la ley y se derrumbará como castillo de naipes ante un viento ligero.
Los artículos específicos que regulan el procedimiento no es lo único que leo, también precedentes y ejecutorias, ¡son básicas! Un precedente no es más que la interpretación que ya hicieron de X norma jurídica, y siempre nos conviene saber que se ha dicho al respecto. Acepto que la experiencia juega un papel fundamental a la hora de determinar que leer y que no, nadie quiere caer en ilegalidades que solo implican una reposición del procedimiento; pero la experiencia es algo que da el tiempo, todo el que pases leyendo contenido de calidad abonará a tu experiencia. Es difícil al principio, pero después de leer cien veces los artículos 150 y 153 de la ley aduanera, todo se pone más fácil.
Como mi trabajo consiste principalmente en leer, cuando lo termino ya no me quedan ganas de leer libros de derecho; respeto a quién lo hace, pero para mi leer significa imaginarme lo que me cuenta Hemingway, vivir otras vidas, sentir otras cosas, y no la interpretación que hace otro abogado como yo, de leyes que yo puedo leer.

Para finalizar, reitero que en la vida jurídica también se imponen los gustos, que lo que me sirve a mi quizás no lo hagan a alguien más, y que lo que yo leo está íntimamente ligado con mi actividad principal, porque no es lo mismo ser un investigador que un litigante. #PorFavorLean
Lic. Sandra Climent Arredondo
(867) 120 3621
- Published in Abogados, Redacción y estilo.
¿Cómo ganar siempre?
Si bien no existe una fórmula mágica que nos permita garantizarle a nuestros clientes el cien por ciento de triunfo, sí hay aspectos que una vez dominados, nos hacen sentir confiados que los resultados serán siempre positivos.

Estudia + Analiza + Redacta = Triunfa
Esta fórmula me ha funcionado a la maravilla. Si intentas redactar sin haber estudiado o analizado, dará la impresión que hablas tartamudeando, si las ideas no están organizadas en tu cabeza no fluirán al escribirlas.
- Estudia. No hablo de estudiar de forma escolarizada, sino de estudiar todos los asuntos que te lleguen a conciencia. Leer detalladamente la legislación aplicable, consultar el Semanario Judicial de la Federación, leer ejecutorias, sentencias públicas, observaciones, recomendaciones y todo lo que encuentres respecto al tema en cuestión. NUNCA habrás leído lo suficiente, en esta profesión (como en muchas) estudiar es la constante.
- Analiza. Es común encontrar un precedente bueno y querer encajarlo en nuestro asunto, sin embargo, debemos analizar primero TODAS las variantes para asegurarnos que realmente aplique pues en ocasiones no lo hace ni por analogía. Este punto es muy importante, porque no solo puede llevarte a caer en una falacia que te hará perder el juicio, sino que además modifican de forma negativa los precedentes existentes. Después de haber estudiado un asunto, en lo personal me tomo uno o dos días antes de empezar a redactar, este descanso me sirve para organizar mis ideas y refrescar mi cerebro.
- Redacta. La redacción es quizás el cincuenta por ciento del trabajo, en lo personal yo manejo unos estándares muy estrictos que raras veces rompo, siempre recordando no aburrir a la persona que lee la demanda pues quiero que recuerde fácilmente lo que dije; entre ellos están: Ser breve; no dar clases de Derecho; limitar los precedentes a uno por Concepto de Impugnación; plantear la controversia en forma de silogismo, la autoridad dijo, la ley dice y yo digo; cuidar la ortografía, los márgenes e interlineados; y SIEMPRE dar una leída a la demanda completa para una edición final.

Aunque todos tenemos técnicas distintas, el común denominador entre los abogados que triunfan siempre es el ESTUDIO; pero no creas que son cualidades con las que naces, estas se crean, si quieres cambiar tu perfil en la abogacía recuerda que no hay tiempo límite, empieza cuando tú quieras, pero empieza.
Lic. Sandra Climent Arredondo.
- Published in Abogados, Redacción y estilo.
¿Quién es más abogado?
Confieso que me recuerdo a diario que todos somos distintos, que lo que me gusta a mí no tiene que gustarle a los demás, que vale más la paz que mi opinión; y quizás está sea una postura contraria a la moda de atacar extraños, pero es que mi trabajo consiste principalmente en pelear batallas ajenas, así que realmente dejó de gustarme hacerlo gratis.

¿A dónde voy con esto?
Nadie es más abogado que otro, solo somos personas. Ser abogado es un trabajo, que si bien me encanta y difícilmente lo cambiaría, no me hace ni más fuerte, inteligente, hermosa, o especial que cualquier otra profesión. Entonces nadie es más abogado que otro, pero si tenemos matices que nos diferencian; aquí una lista de algunas particularidades, las cuales son enunciativas y no limitativas siendo incluso que podemos encajar en más de una de ellas.
- El licenciado en derecho. Solo tiene el título, pero jamás ha trabajado en áreas puramente legales. En la fiesta se acuerda y cita uno que otro artículo de la Constitución, pero se equivoca muchas veces.
- El burócrata. Trabaja en un puesto en el gobierno donde no hay estudio, solo funciones administrativas que realiza como un autómata enojado.
- El burócrata de estudio. Trabaja directamente resolviendo controversias. Aquí existen muchos niveles, desde el que trabaja en el área jurídica de la administración pública hasta un ministro; escalarán en el puesto conforme a sus aptitudes, pero tristemente la mayoría de las veces por compadrazgo.
- El coyote. Trabaja por su cuenta. Aquí podríamos dividirlos por rama, pero a todos los distingue: no estudiar, “arreglar todo por fuera”, una parte de los honorarios los reparte en dádivas, cada cierto tiempo pide para las “gastos”, y no se sostienen en el tiempo; no puedes tranzarte a todo el mundo y esperar que después te recomienden.
- El postulante. Trabaja por su cuenta. Puede o no estar especializado en una materia, y además ejercer otras. Estudia todos los asuntos que sus clientes planteen con la mayor diligencia. Parece perfecto pero no lo es, no va a misa los domingos y le gustan las cervezas.
- El ideal. Considera que el derecho SOLO hace el bien. Los derechos humanos son el estandarte de todas sus batallas. No defiende culpables.
- El maestro. Aquí hay muchísimos matices, pero por destacar. El que no enseña a sus alumnos porque serán su competencia. El que conoce muy bien el derecho, pero carece de cualidades para la docencia. El que nunca va. El que no conoce el derecho, ni tiene cualidades para la docencia. El yoyo. El que conoce el derecho y es buen maestro.
- El que no fue al a escuela de derecho. Parece de risa, pero hay personas autodidactas que pueden ser igual de eficaces en la abogacía, sin haber estudiado formalmente la carrera.

Esta es una descripción exagerada de los tipos de abogados, por supuesto podemos tener una mezcla de esos y otros que se me hayan pasado; finalmente, cualquiera que sea el área del derecho en el que te desempeñes, si lo haces estudiando con pasión y dedicación, podrás sentirte satisfecho.
Lic. Sandra Climent Arredondo
(867) 120 3621
- Published in Abogados
¿Cuál es el valor real que contratar un buen abogado?
La ley es dura, pero es la ley. Los abogados sabemos de derecho, pero la mayoría de la gente no puede decir qué artículo de la Constitución establece el derecho a la educación; y lo peor es que aunque no conozcas una ley, debes cumplirla y si no lo haces la autoridad te puede sancionar por ello.
.
Hay que tomar en cuenta que a veces nos metemos en problemas legales por culpa de otros, y no por gusto o ignorancia; por ello es importante tener de nuestro lado un buen abogado y no precisamente al más barato, sino aquel que es justo respecto a los honorarios en relación a tus problemas.
Entonces, ¿cuál es el valor real de contratar un buen abogado?
- Te inspirará confianza y tranquilidad.
- No te juzgará y confiará en ti.
- Te explicará el derecho para que te guste, no para que te inspire miedo.
- Pondrá sus conocimientos y experiencia, para resolver tus problemas jurídicos.
- Los honorarios se pactan de forma clara y precisa, y casi nunca habrá gastos extraordinarios.
Me declaro culpable de en ocasiones querer economizar, pero sin duda defender nuestros derechos de arbitrariedades de autoridad, dónde embargan bienes, imponen multas y terminas con deudas, no me parece un buen momento para buscar lo más barato. Tu libertad, tus bienes, tu privacidad y los de tu familia; no se pueden comparar con uñas, fiestas, o comidas en la calle.
Es muy viejo ya el estigma de que todos los abogados son malos, es hora de romper con ellos demostrando nuestra honestidad, y la satisfacción de nuestros clientes al ver resueltos sus problemas pagando un honorario justo a su problema.
Puedes escribirme a fiscalyaduanero@gmail.com
Lic. Sandra Climent Arredondo.
(867) 120 3621
Nuevo Laredo, México.
- Published in Abogados
¿Prestar tu nombre? ¡Nunca!
Menospreciamos la importancia de nuestro nombre, nuestra identidad y todo lo que legalmente representa; por eso, se nos hace muy fácil decir que sí cuando nuestra amiga o compadre nos pide un favor que implica figurar en una operación.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de prestar nuestro nombre?
- El Fisco. Digamos que tu compadre te pidió que recibieras en tu cuenta bancaria un dinero que le debían, y como buen samaritano, aceptaste y recibiste $500,000.00 pesos en tu cuenta. Bueno, ese dinero el SAT puede considerarlo un ingreso, y determinarte una deuda fiscal. En el mejor de los casos, puedes contratar un abogado o pagar para no verte involucrado en los siguientes.
- Los delitos. Este es un panorama más desgarrador, pues va más allá de una deuda sino que hablamos de un encarcelamiento casi inmediato; podrían acusarte de delitos como la defraudación fiscal, el contrabando, fraude, u otros similares.
Nuestra identidad es cosa seria, no te busques problemas innecesarios; esta es una clara prueba de la importancia a saber decir NO. Si tienes más dudas al respecto o ya tienes problemas, contáctame y con gusto te ayudaré.
Lic. Sandra Climent Arredondo.
(867) 120 3621
Las imágenes pueden estar sujetas a derechos de autor, y de ningún modo debe entenderse que pertenecen a este blog.
- Published in Abogados
5 tips para no tener problemas con el SAT.
En ocasiones, ya sea de forma consiente o inconsciente, violamos la ley y nos ponemos a merced de caer en las garras del Servicio de Administración Tributaria a quien no le tiembla la mano cuando de cobrar se trata. Como la información es poder y la mejor arma de protección, aquí cinco tips para no tener problemas con el SAT.
- PAGA IMPUESTOS. Sonará trillado, pero cumplir la ley siempre es más fácil que tener problemas a futuro donde puedes perder tus bienes e incluso tu libertad. Si estas dado de alta en el RFC, infórmate sobre todas tus obligaciones y cúmplelas en tiempo, si hay necesidad contrata a un profesional para que te apoye.
- SIEMPRE POR EL CARRIL PARA DECLARAR. Si ingresas a México por alguno de los puntos de internación, y traes contigo mercancía que es excedente de tu franquicia, o sobre la que tienes dudas respecto a su ingreso, ingresa por el carril para declarar. Esto puede hacer la diferencia entre pagar un poco de dinero, o tener un día increíblemente malo donde te embarguen hasta tu coche y termines con deudas al SAT.
- NO PRESTES TUS TARJETAS. Por Dios, ¡NO! Se que suena inocente prestar tu tarjeta ya sea de débito o crédito, o incluso dejar que hagan depósitos a tus cuentas; pero el Servicio de Administración Tributaria puede fiscalizar todas las cuentas de banco en cualquier momento, y esa ayuda inocente que brindaste a un “amigo” puede causar un grave daño a tu economía.
- PIDE Y EXPIDE FACTURA. Si eres asalariado, puedes beneficiarte con la devolución de dinero en la declaración anual, pero debes pedir facturas por los servicios que sean deducibles; si estas obligado, expide las facturas correspondientes a tus clientes, NO puede haber depósitos en tus cuentas bancarias que no hayan sido facturados, o que no se justifique su procedencia.
- NUNCA MANEJES UN VEHICULO EXTRANJERO. La única salvedad a esta regla, es que el propietario sea extranjero, viaje al mismo tiempo en el vehículo, y éste haya sido importado temporalmente o se conduzca en una franja o región fronteriza. De no ser así, la aduana podrá considerar que el vehículo se encuentra ilegalmente en el país, e iniciarte procedimientos en los que podrás hacerte acreedor a multas que oscilan entre los cien mil y doscientos mil pesos.
Estos, son algunos tips para no tener problemas con el Servicio de Administración Tributaria; si tienes dudas o te gustaría conocer un poco más a detalle tus obligaciones fiscales, puedes acercarte a la Administración Local de Servicios del SAT más cercana, o bien, asesorarte con un profesional.
Lic. Sandra Climent Arredondo
fiscalyaduanero@gmail.com
(867) 120 3621
- Published in Abogados
- 1
- 2